Soy María, Reina de
los Cielos y de la Tierra. Bien amados Hijos, vengo a dirigirme a vuestro
Corazón. Vengo a darles, más allá de mis Gracias una cita, una cita Vibratoria
importante (ya que será la última de este año, en términos Terrestres), ya que
como lo ven, en ustedes y en torno a ustedes, el conjunto de los eventos de la Luz están
presentes, en adelante, con el fin de vivir lo que debe vivirse, con el fin de
abrir en ustedes, la totalidad del Amor y de crear este Amor, por vuestra
Presencia.
La
Llamada de la Luz va a
pasar a ser cada vez más importante, en cada uno de ustedes y celebraremos
juntos, en esta cita, esta última Llamada. Nos reuniremos todos, para eso, en
Conciencia, en Unidad, en Comunión y en Gracia, con los elementos que se los
dieron para realizar esta Comunión, el 17. día de vuestro mes de Diciembre,
exactamente después de la fase de Alineamiento de las 19,30 (hora de Francia),
en que el conjunto de mis Hermanas, el conjunto de las Estrellas, el conjunto de
las Conciencias alineadas y unificadas se sumarán a esta Comunión particular,
inaugurando el tiempo de la Luz. Como quizá lo viven, les es cada vez más
accesible y fácil vivir vuestra Unidad, vuestro Amor. Desde allí donde estamos,
cerca de ustedes y en ustedes, damos gracias por vuestra acción, damos gracias a
vuestra Presencia. Conviene pues celebrar dignamente nuestra Alianza y nuestra
Libertad. Al final de vuestra
Alineación, tendremos una media hora de Comunión, de 19,30 a 20 hs. y entregaré, a las 20 horas, lo que
tendré para darles por el tiempo del final de este
año.
Como se lo dijeron los
Ancianos, todo se cumple, en lo más alto de los Cielos y en lo más alto de las
Dimensiones. Esa Conciencia debe
convertirse en la vuestra, ese es el caso, yo lo sé, ya que lo que nos da a ver
nuestro Corazón es el Despertar total de las Conciencias, a la Verdad.
Ustedes son cada vez
más numerosos a vivir el Corazón, que eso sea transitorio o permanente. Son cada
vez más numerosos a penetrar las esferas de la Gracia, de la Verdad y de la Belleza. Entonces, es hora de festejar eso dignamente: la Unidad, la Luz y la Verdad que se instala. Ella roza ahora, la
conciencia ordinaria, toca vuestra vida y el conjunto de las vidas de este
planeta.
El Sol participa, ahora
activamente en vuestra Comunión y en vuestra Gracia. La Tierra vive también su Comunión con ustedes. La
hora de la Libertad, la hora de la Alegría se acerca a grandes pasos, a vuestro
Corazón, eso ustedes lo viven, por vuestros propios Estados, por vuestro propio
Amor y vuestra propia Vibración. Una vez más, el conjunto de las Hermanas, de
las Estrellas, rinden Gracia por la Belleza de vuestro Ser, la acción del Ser, y de la
acción de la Gracia. Han trabajado y trabajan aún. A cada minuto de
este tiempo que existe sobre la Tierra, nosotros ampliamos
nuestro encuentro y el espacio de nuestro encuentro.
Existe una forma de
júbilo que, quizá, comienzan a percibir, en la Paz de
vuestro Corazón. Esta alegría no es nada comparable a una excitación, pero es de
alguna manera, la justa retribución de vuestra acción, el justo resultado de
vuestro Abandono y confianza en la Luz.
Vuestros Estados de
Gracia, van a aparecer, y para los que lo viven van a intensificarse,
consolidándolos en el lugar que es vuestro, en la Verdad que es vuestra. En este tiempo, no escuchen nada más que
lo que les dice vuestro Corazón, ya que en la justa división de este tiempo, él
es la justa Verdad de lo que debe vivirse. En este Corazón, él vuestro, hay
todo el Amor de todos los mundos y de todas las Conciencias. Pueden hoy,
mostrarse tal como son. Nada ni nadie puede juzgar vuestro Corazón. Nada ni
nadie puede alterar lo que Son. Sean entonces justos. Sean entonces amantes,
hacia todo y todas las cosas.
Algunos de entre
ustedes asumen la Última Verdad de la Conciencia, dándose a
vivir estos Estados donde no hacen ya más que uno con la Vibración Una,
de la Fuente. No, no sueñan.
No, no se imaginan nada. Es lo justo, porque es la Verdad que les hemos anunciado desde tanto tiempo.
Durante este tiempo, conténtense de ser el Corazón ya que toda la
satisfacción viene de allí. No juzgan absolutamente nada. No juzgan a
nadie. Más que nunca. Conténtense
de ser esta Paz, este Corazón, esta Alegría y este Amor auténtico y verdadero.
Si se satisfacen con eso (que es en realidad, la totalidad de lo que se pide,
por vuestra Conciencia), ningún desorden de este mundo puede alterar quienes
Son. Eso, van a consolidarlo como una Verdad, esencial y
absoluta.
Ha llegado el tiempo,
por vuestra Presencia, de mostrar al conjunto de la humanidad esta Verdad que es
una sola: la del Corazón. Tienen a la vez, el
potencial y la responsabilidad. Sigan lo que son, es decir, la Luz. Cuanto más se sumerjan en lo que Son, lo que pueda
producirse de manera exterior, aún presente en este mundo, no podrá afectarles.
No hay otra fuerza que el Amor. No hay otro poder que el Amor. Y eso se les pide
hora, mostrarlo y demostrarlo por vuestra Presencia. Estén en la Alegría. Estén en Comunión. Que eso sea con ustedes mismos,
con vuestros Hermanos y vuestras Hermanas o con el
universo.
Los espacios de
Comunión van a crecer hasta tocar el Infinito, los Cielos y la
Tierra, sin nada querer, sin nada pedir, sin
nada rogar, porque ustedes son todo eso a la vez. Lo que me dijo y lo que
les dijo nuestra Hermana, la de todos, SIN OJOS, se verá confirmado por vuestra
propia vivencia. El Cielo se desgarra, dándoles a ver la Verdad, dándoles a
vivir la Transparencia.
Van a penetrar
plenamente, espacios de Belleza insospechados, incluso en vuestros sueños más
ocultos. Cada día que va a pasar, cada elemento de vuestra vida va a llamarles a
eso.
Lo que sea que se
desarrolle, según el ángulo de la personalidad, hay siempre otro ángulo que es
mayor, y más vasto y más significativo, que es Amor. La Luz les
invita a que establezcan, cada vez más en la Unidad del Corazón, en la Luz Una. Vuestra vivencia, vivencia de esta Tierra,
les confirma la exactitud de lo que viven, de lo que es a vivir e
instalar.
Esperamos que sean cada
vez más numerosos, a unirse en este día de Comunión común de
Diciembre. Recuerden que la
única verdadera fuerza, la única verdadera potencia es la del Corazón, y que la
única Puerta es el Corazón. Que en este estado, no hay nada que pedir, nada a
rogar, porque todo es Conciencia y todo es Interior.
No les ocultamos, por
supuesto, que vuestros Hermanos y vuestras Hermanas que tienen miedo de la Luz, esperan por supuesto, servirse de esta Luz
para otra cosa. ¿Pero cómo podrían hacer otra cosa, en adelante con la Luz? Porque solamente el miedo puede aún conducir
a algunas Conciencias a eso. Permanezcan firmes en vuestra Conciencia. Sigan
permaneciendo firmes en el Amor. Sigan firmes en la Unidad. Y cada día, verán crecer vuestra Alegría. Cada
día, verán crecer los momentos en que son Uno con el Todo. Acojan, a Corazón abierto, lo que pase.
Cualquiera que sea el elemento de vuestra vida, remítanlo a la
Luz, no como una demanda, no como un rezo,
sino más bien, como la Verdad instantánea de la
Luz.
Como se lo dijimos,
cada uno y cada cosa tienen hoy su justo lugar. Y si están en el Corazón, en
Verdad y en Unidad, nada puede perturbar la Paz del
Corazón. Nada puede desestabilizar el Corazón. Todos deben vivir eso. Nadie es
descartado de la Alegría de la Unidad. Todo es posible. Todo está en ustedes, en cada
uno. Están ahora en Comunión. Nosotros lo sabemos, nosotros lo vemos. Esta
Comunión se extiende, de Corazón a Corazón, con total Libertad. No tengan en
cuenta lo que podría verse como farfullas porque todo se instala, realmente. La
pureza de vuestras intenciones nos aparece claramente. ¿Cómo podría ser de otra
manera, en la Alegría y en la
Unidad?
No tengo mucho que
añadir a lo que les fue dicho y dado, durante vuestras Comuniones y vuestras
reuniones de hoy y de ayer. Lo que les damos, no es más que el exacto reflejo
de eso a lo que aspiran y lo que están estableciendo. No puedo pues sino rendir
Gracia y comulgar, a mi turno con cada uno de ustedes, porque van realmente, a
tomar conciencia, si ya no se hizo, entre los unos y los otros, como entre
ustedes y nosotros, ya que no hay distancia, no hay diferencia y cuando la Conciencia vive eso, entonces sí, todo se
cumple.
No hay ningún camino
que recorrer. Hay exacta y efectivamente, que Ser. Eso no será ya para
muchos de ustedes, una palabra vana o una esperanza, ni una espera, sino una
Verdad vivida. Cada día, son cada vez más numerosos a concretar eso. Entonces, detendré aquí mis pocas
palabras ya que todo lo que tenía que decirles, es darles cita, ese día a ese
momento, sabiendo que muchos de ustedes, de aquí allá, ya habrán tenido cita
conmigo o con una de las Estrellas. Por supuesto, se darán cuenta, por ustedes
mismos, que esto no es una proyección, ni un deseo sino la Verdad, porque el Corazón no
puede mentir, porque la Luz no puede mentir. Establezcamos juntos, aquí
y en otra parte, este momento de Comunión que prefigura el de nuestra cita. Me
dirijo ahora a cada uno de ustedes, en esta Comunión. Soy María, Reina de los
Cielos y de la Tierra.
Comulguemos, ahora.
... Efusión de
Energía/Comunión…
Les digo pues al 17, en
nuestra Comunión colectiva. Y les digo a cada instante, en nuestra Comunión de
Corazón a Corazón. Hasta pronto.
NDT: Las horas
indicadas corresponden a la hora francesa. El vínculo Desfase de horario
(http://www.lolo.free.fr/Divers/DecalageHoraire.html) les permitirá deducir su
horario local.
El 17 de Diciembre, la
intervención de MARIA se hará en un marco privado y se difundirá dentro de las
horas siguientes.